Propósito y accesibilidad, dupla exitosa.

 Encontrar la posibilidad de acompañar a cada niñ@, adolescente a dar pasos adelante descubriendo lo que si pueden y desde allí ir hacia donde es más difícil, hace que todos caminen, cada uno a su tiempo y con sus características propias, siendo parte. Para que esto suceda es necesario comprender que en muchos casos es indispensable la accesibilidad.

Sabemos que accesibilidad es: la cualidad de fácil acceso para que cualquier persona, incluso aquellas que tengan limitaciones, puedan llegar a un lugar, a un objeto o servicio. También sabemos que la herramienta sola no garantiza la accesibilidad.  Es decir que no siempre basta con permitir el uso de un procesador de texto por ejemplo, o favorecer que en lugar de escribir una respuesta de manera narrativa lo hagan completando un gráfico.

Es necesario acompañarlos en la construcción de en un cuerpo de conocimiento, esta construcción resulta difícil, encontramos que cuando hay sentido, significado real se avanza con más ganas, con mejor disposición, de manera más fluida porque hay un propósito. Así el acceder a un texto tiene sentido porque se necesita la información para realizar algo más. Igual que el procesar esa información, buscar la manera de comunicarla, pensar, crear.

Compartimos una experiencia real de un adolescente de 14 años que tiene dislexia y presenta ciertas dificultades para leer textos y escribir.

Propuesta de elección entre dos temas; emociones y estrés. Eligio estrés. Luego elección de tipo textual; nota de opinión o artículo informativo.

Empezamos con la premisa de los 3 tiempos

1. Planificación; incluye como, características del textos, cuantos párrafos, que información  en cada párrafo y luego buscar alguna fuente de inspiración.

Se  le brindaron dos artículos sobre el tema elegido, Benicio eligió, esta elección tenía relación con el momento que estaba viviendo. Luego leyó un artículo sobre estrés y aprendizaje. 

1. Redacción; escribir lo que sale y como sale.

Comenzó escribiendo y borrando, escribiendo y diciendo no, parecía tener una idea y la negaba con su cabeza. Se le sugirió pensar que podía compartir él con otras personas de su edad que pasaran por esta situación de estrés y ansiedad. Se observó un cambio al pensarlo de esta manera. Necesito estímulo para expresar sus ideas, las tenía pero no encontraba cómo o no confiaba en él. En los momentos en que se detenía se le hicieron preguntas disparadoras de nuevas ideas para que continuara.

1. Revisión; chequear los signos de puntuación, ortografía, secuencia narrativa.

Se hizo una lectura focalizando en lo que el corrector ortográfico marcaba para cambiar, se aprovechó para ver si tenía que ver con puntuación, con ortografía, con repeticiones. Se volvió al texto para focalizar esta vez en la coherencia y la cohesión, su sentido común lo fue guiando y alguna pregunta o sugerencia también. Finalmente leyó la última versión y quedo satisfecho. Se le propuso compartirlo en algún blog para adolescentes y se entusiasmó, sonrió, se sentó derecho. Se le pidió que escribiera su nombre y edad o si no quería podía usar un pseudónimo, como hacen los autores. Enseguida lo hizo.

EL APRENDER SE VUELVE UN HECHO Y SE VIVE COMO LOGRO, abriendo puertas a ir por más.